miércoles, 4 de abril de 2012

Duodécida Etapa. Requejo - Laza.

"No tenia miedo a las dificultades, lo que le asustaba era la obligación de tener que escoger una camino. Escoger un camino significaba abandonar otros". Paulo Coelho.

¿Te has parado alguna vez a hablar contigo mismo? a veces no hablamos con nosotros mismos por miedo a lo que podemos oír, cuando estás tantas horas solo, no tienes más remedio que hablarte a ti mismo, es bueno pararse y oír que tiene que decirte tu cuerpo y tu mente. Esta mañana la sensación que he tenido a sido maravillosa, porque estoy logrando lo que me propuse, de la forma que me propuse, es como cuando estás cerca de la cumbre de una alta montaña, te encuentras la soledad, el silencio, te sientes pequeño entre tanta magnificación de la creación, y así es como me siento cuando miro hacia atrás.
Mientras observar el paisaje, pienso que hoy tengo que subir varios puertos duros, el primero empieza justo en este pueblo, empiezo a rodar por el pueblo, con mucha energía retenida y lista para salir, cuando voy por el cementerio, veo dos flechas, una que me hace continuar de frente por un camino que sube y otra que me indica que gire a la derecha por la carretera, tiene pinta de terminar en la N-525. Supongo que es para hacer la subida o empujando o por carretera, mi primera idea era por carretera, pero la conciencia no me deja esta vez y cojo por el camino. Requejo se encuentra a 960 metros sobre el nivel del mar, así que va a ser duro hasta los 1.260 que tiene el alto de Padornelo. Pasado el primer repecho, el camino se estrecha para pasar un arroyo por un pequeño puentecito. Unos metros a pie y retomo la pista que poco a poco se introduce en el oscuro bosque de robles. El camino está bordeado de muros de piedra, totalmente cubiertos de musgo. De momento la ascensión no es demasiado dura y el entorno es idílico. Los tramos en los que se puede ir montado son cada vez menores, tanto por el desnivel como por el estado de la senda, cada vez más pedregosa. Por fin llego al final de la senda que termina junto a la boca escondida de un túnel del tren. Nuevamente, dos flechas indican dos opciones: la primera seguir por sendero para ascender el puerto y la segunda, seguir la pista.Yo sigo por la pista, bastante he empujado ya, la pista, como ya me imaginaba, comienza a ascender con fuerza. Poco a poco salgo del espeso bosque rodeando un par de montañas pequeñas hasta desembocar en la N-525. La carretera sigue ascendiendo, con la construcción de la Autovia, esta carretera está en desuso. Poco después llego al tunel con el que termina la subida y comienza la bajada. Desciendo a toda velocidad por la nacional que cruza por un paso elevado la A-52, a continuación entro en Padornelo, pueblo que da nombre al puerto. Sin detenerme, y por la ZA-106 sigo bajando por carretera durante unos kilómetros hasta que veo un desvio a la izquierda, que tuve que retroceder porque no me dio tiempo a frenar, y que cogemos para bajar serpenteando hasta Aciberos. En esta población hay que coger un extraordinario camino que llega hasta Lubián, un trazado que ya existía como vía de comunicación entre ambas poblaciones desde mucho antes de que existieran las carreteras modernas y que nos resarcirá de los tramos de asfalto anteriores. El estado del camino, empedrado, hace que tenga que poner pié en el suelo porque me desequilibro, siempre rodeado de muros de piedra, robles y helechos. El tramo es espectacular, pero las piedras sueltas, húmedas y lisas y el agua que mana de sus paredes lo hacen que lo atraviese con mucha precaución. Al poco llego a Aciberos, cruzo el pueblo dejando a la izquierda la ermita de Santa Ana, descendemos por una calle larga y salimos por un precioso camino que desciende rodeado de altos muros de piedra y robles cuyas hojas muertas lo cubren todo. Con un trazado zigzagueante para salvar los obstáculos del terreno. Poco más adelante, cruzamos sobre el ferrocarril por un puente de piedra y el sendero se hace más ciclable e ideal para la bicicleta de montaña sin alforjas. Son momentos de los que no se olvidan y que intentas disfrutar al máximo, el sendero termina en una pista asfaltada con una fuerte subida hasta Lubián. En esta localidad me detengo un rato, como de costumbre me dirijo a ver las iglesias, en esta ocasión la iglesia de San Mamés, de estilo barroco, me hizo mucha gracia la puerta lateral y las escaleras de caracol que tiene para poder tocar las campanas, desde allí arriba te elevas sobre los tejados de pizarra de las casas imaginandote cuantas personas se habran subido allí para tocar las campanas. El itinerario por el pueblo está perfectamente señalizado con flechas amarillas, además de éstas, nos sorprende una original piedra esculpida por Nicanor Carballo que nos indica la dirección a seguir. A partir de aquí, durante el Camino nos encontraremos con más de cien ejemplares que jalonan la ruta desde Lubián hasta el límite de Ourense con Pontevedra. Todas esas piedras son distintas y marcan de una forma creativa el camino para los peregrinos. Dejo en dura bajada Lubián y tras cruzar un puente sobre el río Tuela, me desvio hacia el impresionante Santuario de la Tuiza, es un templo barroco, declarado bien de interés cultural con categoría de monumento. A partir de aquí, vuelvo a tener dos opciones, o empujando la bicicleta, ya doy por echo esto cuando veo las dos opciones, o por la carretera N-525, como el paisaje me parece fascinante, decido subir el puerto de A Canda por las sendas. Hasta este punto todo bonito... pero en el Camino no es todo bonito, o mejor dicho, en el Camino no siempre los problemas son bien recibidos, pero dos puertos consecutivos empujando la bicicleta quema un poco. Si yo fuera querido hacer el Camino andando, no fuera traido una bicicleta, el día de hoy me ha resultado un poco lesivo, no es lo mismo empujar una bicicleta, que una bicicleta con alforjas. Tengo que reconocer, que el paisaje lo merece. La descripción de la subida: se entra en una zona de bosque muy húmedo y con el suelo embarrado, con pasos de piedras para librar los arroyos que aparecen y grandes losas de granito en la parte central del camino para no mojarse, resulta dificil caminar con las zapatillas de ciclismo, las calas rozan constantemente las piedras y resbalan sobre ellas. Poco después el camino en espiral se puede pedalear a tramos, obligándonme a un continuo montar y desmontar de la bicicleta. El paisaje bien vale este esfuerzo. A cada recodo del camino, aparece un lugar más bonito que el anterior y así continuamente. Arriba del todo, las vistas son espectaculares, hay dos paneles que indican que se deja la provincia de Zamora para entrar en la de Ourense. Como tengo algun problema en mi pié izquierdo tras las dos subidas de hoy, decido bajar hasta A Gudiña por la N-525 sin detenerme. En A Gudiña visito el Albergue, para sellar la Credencial pero estaba cerrado, así que me dirijo a la Plaza Mayor, comprando comida en una tienda que hay por el camino y me detengo allí a comer, en frente tengo un crucero y un mojón jacobeo con dos vieiras. La de la izquierda, alternativa más larga, nos propone continuar hacia Verín. La de la derecha, más corta, hacia Laza. Yo como no entiendo lo que significa, cojo hacia Laza, que es donde tenia pensado pasar la noche. Esta calle desemboca en una carretera cuyo trazado coincide con la antigua Verea Vella y por la que nos internaremos en la Serra Seca. La carretera es en continuo pero suave ascenso a más de 1000 metros de desnivel. El despoblamiento y la soledad es el compañero por esta carretera. Es una pena que todo el monte de esta Sierra este quemado. A nuestra derecha dejamos el embalse de As Portas, seguimos la carretera salvo para entrar en las pequeñas aldeas o para cortar alguna montaña, ya que la carretera va rodeándola. Cuando la carretera empieza a descender, a mano derecha hay un desvio por un camino vertiginoso lleno de pizarra hacia Campobecerro. Llegado a un cruce indicado, se coje a mano izquierda en fuerte subida y en poco tiempo por una carretera rodeada de castaños se llega a Portocamba, seguidamente llegamos hasta una cruz de madera, la famosa Cruz de Camba, donde una escultura de Carballo invadida por las piedras que los peregrinos depositan en dicha cruz, nos indica que cojamos la pista de la izquierda. A un primer tramo de falso llano le sucede un descenso donde podemos disfrutar de las espectaculares vistas del valle. Solo queda cruzar el Río Cereixo y llego así a la carretera OU-112 para entrar en Laza. Hay que dirigirse a Protección Civil para apuntarse en el Albergue, te dan las llaves de la habitación, la de la puerta principal y unas sabanas desechables, con un trato muy agradable. Como todos los albergues de La Xunta, vale 5 euros, pero el recinto, el interior, el equipamiento y el estado de las instalaciones son inmejorables. Laza dispone de varias tiendas para poder cocinar. Esta noche, aunque en el albergue se encuentran unos diez peregrinos, sigo con mi tradición y me toca dormir solo en la habitación de ciclistas.

- Algunos datos de la jornada:
88 kilómetros de distancia.
6 horas y 10 minutos de pedaleo.
Albergue de Laza (protección civil) : 988 422 112


Saliendo del Albergue de Requejo.

Puerto de Padornelo.

Reponiendo agua en Aciberos.

Iglesia de San Mamés. Lubian.

Tejados de pizarra de Lubian.

Campanas de la Iglesia de San Mamés. Lubian.

Sobresalientes tipicos de las casas gallegas.

Esculturas alegóricas al camino, del artista Nicanor Carballo.

Camino de Lubian.

Puente sobre el Río Truela.

Fuente de agua fresquita.

Impresionante Santuario de Tuiza.

Capilla Santuario de Tuiza.

Fachada Santuario de Tuiza.

Puente de losas de granito.

Losas de granito para poder avanzar.

Ahora que lo veo, me rio.

Por la zona cicable, es impresionante la sensación.

Pensaba curado, pero llegué a ver gnomos por aquí.

Varios kilómetros empujando.

La subida era lesiva empujando la bici.

Cargado con las alforjas, una locura.

Alto de A Canda.

Vistas desde el alto de A Canda.

Cartel informativo de entrada en Ourense. Galicia.

Albergue de A Gudiña.

Cruz en la Plaza Mayor.

Mojon Jacobeo con dos vieras.

Vistas desde lo alto de Campobecerro.

Mojon al salir de Campobecerro.

Fuente de agua en Portocamba.

La Cruz de Camba. Hay que coger pista a la izquierda.

Precioso Albergue el de Laza.

No me dejaba meter la bicicleta en la habitación, no hice caso.

Almuerzo, un poco tarde, sobre las 6. Albergue de Laza.

Cena, todos acostados, Albergue de Laza.

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