Novena Etapa. Descanso en Salamanca.

"Si dejas para mañana la preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizás nunca llegue. Crear circunstancias requiere dar un primer paso... ¡Dalo hoy!" La Buena Suerte , Álex Rovira y Fernando Trias de Bes.

¡Hoy es mi cumpleaños! Me encuentro lejos de las personas queridas con las cuales se suele compartir estos días tan señalados en la vida de las personas. Al comienzo del Camino, tenía varios objetivos, uno de ellos era estar en Salamanca el día de mi cumpleaños y así ha sido, ese es mi regalo. Hoy no voy a pedalear, estoy empezando a darme cuenta que elos días pasan muy rápido y hay detalles que se me estan escapando. Se puede decir que estoy en Salamanca de turismo moderado. Esto es posible gracias al hospitalero Pepe, un Valenciano veterano en Caminos a Santiago, que me ha dejado pasar otra noche más en el Albergue de Peregrinos "Casa de la Calera" junto al "Huerto de Calixto y Melibea". Por la mañana tuve que abandonar el Albergue para su limpieza, donde aproveché para hacerme unas cuentas fotos con mi bicicleta por esta preciosa ciudad. Volví al Albergue a las 12:00 para soltar la bicicleta y cambiarme de ropa y así poder visitar todos los rincones de Salamanca. Cuenta con un importante patrimonio arquitectónico, entre los que pude destacar sus dos espectaculares catedrales unidas, la Casa de las Conchas, donde se encuentra la oficina de turismo, la Plaza Mayor, el impresionante Convento de San Esteban, el inmenso Puente Romano sobre el Río Tormes y el toro de piedra que se cita en el Lazarillo de Tormes. Todo esto fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. Es una Ciudad repleta de estudiantes, y no es para menos, ya que alberga la universidad, en activo, más antigua de España. Han ocurrido tantos hechos y han pasado tantas personalidades importantes a lo largo de la historia de Salamanca que ha quedado vinculada a la Historia Universal por marcar la evolución de la sociedad occidental.
No terminaba de sorprenderme por lo que mis ojos veian, cuando al siguiente instante, mayor era la sorpresa, Salamanca es muy bella, está llena de detalles como los que hay en la fachada de "Cardenal Pla y Daniel" justo al lade de La Catedra, en la Plaza de Anay, una cita de Don Quijote:
"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los Cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre" El Quijote (Miguel de Cervantes - 1615). Una frase que siempre debemos recordar.
Por la tarde, después de ir a comprar la cena, he aprovechado para charlar con Pepe, el hospitalero, sobre el funcionamiento de los Albergues y como uno puede hacerse voluntario en el Camino de Santiago, ha sido una tarde muy amena entre palabras y lecturas. El tiempo ha estado marcado por nubes y aire, no ha sido, climatologicamente hablando, un buen día, haciendo frío al anochecer. Al lado del Albergue hay una zona llamada "Huerto de Calixto y Melibea", un pequeño espacio ajardinado sobre la muralla que tiene unas hermosas vistas de las Catedrales y de la ribera del Tormes. Se halla en el lugar en que se cree que Fernando de Rojas ubicó el lugar de encuentro de los protagonistas y escenario del trágico desenlace de la novela "La Celestina". A la entrada del Huerto hay una estatua que representa a la alcahueta más famosa de la literatura española. Debajo de su busto se lee una inscripción que dice: "Soy una vieja cual Dios me hizo, no peor que todas. Si bien o mal vivo, Dios es el testigo de mi corazón.", palabras sacadas de la famosa obra literaria. Pues en este lugar, observo desde una de las ventanas a una parejita de jóvenes sentados en un banco, abrazados y besándose sin importarle el frío que ya comenzaba a hacer en la calle. Ha sido un momento emotivo y precioso al comprobar que en este mundo, el amor puede con todo.

Lo siguiente ha sido preparar la cena, pensando en aquellos tiempos cuando era un joven sin frío y me alimentaba con ese tipo de vivencias, ahora me tengo que conformar con usar la hornilla que transporto para comer caliente.
La noche me ha cubierto pensando lo lejos que queda mi primer Camino, ese que me hechizó, me cautivó y me cambió para no volver a ser nunca más el mismo. Atrás quedan también mis siguientes Caminos... en compañía... en solitario. En mi interior siguen vivas todas las vivencias, todos los instantes, cada kilómetro recorrido y cada día vivido. Pero ahora toca dormir y continuar.