Undécima Etapa. Zamora - Requejo. | Mis caminos a Santiago en solitario.

"Los tesoros son aún más valiosos cuando uno logra compartirlos".

Esta noche no he necesitado mi saco de dormir, entre las sábanas limpias de las que dispone cada peregrino, las mantas que te ofrecen y la calefacción he pasado una noche como en casa, en el silencio de la noche, cuando me desvelaba por minutos, parecía estar en Málaga. Daniella, la hospitalera, que me contó que se levanta a las 6:00 de la mañana para abrir la puerta del albergue y así marchar los más madrugadores, me tenia la mesa preparada con un popurrí de alimentos para desayunar. Leche, cereales, pan, mantequilla, etc, ha sido uno de los mejores desayunos que recuerdo en el Camino. Por la ventana que da a la terraza observo que hace mucha niebla, al poner mala cara, Daniella, me sonríe diciendo que son síntomas de que va a hacer calor, yo sonrió.

De nuevo será la plaza Mayor el inicio de nuestra andanza. Bajada hasta coger la N-630 en dirección Norte hasta llegar a una rotonda, en la que hay una cruz, llamada "Cruz del Rey Don Sancho", el paraje en el que se emplaza ha sido tradicionalmente vinculado con la ubicación del campamento del rey Sancho II durante el sitio de Zamora de 1072. El monumento estaría situado en el mismo lugar donde según la tradición, Bellido Dolfos asesinó al rey Sancho II, el 6 de octubre de 1072. Aquí no hay que seguir la N-630 si no girar a la izquierda en dirección a La Hiniesta. Cogemos la carretera ZA-900. A los pocos kilómetros giramos a la derecha por una pista ancha y con el firme bueno con dirección Reales del Pan. Continuamos con la misma dirección por llanuras y guijarros sueltos hasta Montamarta. Me detengo en el Albergue, que está cerrado, pero tenia curiosidad por verlo, ya que era donde iba a pasar la noche anterior, se encuentra en mitad de lo que parece ser un área recreativa, debe de ser genial en verano. Queda un poco lejos el pueblo para ir andando, en las plazas, se encuentran siempre los monumentos que visitar. Como ocurre en otras edificaciones de estas tierras castellanas, la iglesia de Montamarta está coronada por nidos de cigüeñas. En un lateral se levanta la escultura en homenaje al Zangarrón, obra del artista Ricardo Aparicio Gago. El Zangarrón se celebra entre el 1 y el 6 de enero, siendo un "quinto" del año quien lo representa, y persigue a los jóvenes solteros dando saltos con su tridente en la mano, además de ir pidiendo el aguinaldo. Son muy conocidas estas fiestas por aquí, debe de estar gracioso verlo. Se sale por un sendero que nos conduce paralelo a la Ermita de la Virgen del Castillo, que está en una loma sobre el embalse de Ricobayo. Ese mismo sendero desemboca en la carretera N-630 que cruzamos para volver a otro sendero. Poco después llegamos a una rotonda. Aquí voy a tomar una decisión importante, en realidad no se porque la tomé, pero había leído en alguna crónica que en bicicleta merecía la pena coger la N-631 hasta Tábara y así no hacer el rodeo por Granja de Moreruela. Creo que es una mala decisión, ya que se quedan cosas bonitas por visitar pero no hay botón de reset. La carretera nacional no tiene mucho tráfico, no recuerdo, pero son muchos kilómetros pedaleando por los largos silencio de asfalto, he rodado a más de 20 km/h de media, practicamente he volado a ritmo de mi mp3, todabía hay viejas canciones que me ponen los bellos de punta. Ha sido como una contrareloj individual, sobre las 12:00 ha salido el sol con fuerzas, me he quitado la ropa de abrigo y he pedaleado con más ganas y fuerzas sobre una carretera siempre ascendente a 1000 metros de altitud. Una vez en Tábara, a un lado de la N-631 está la iglesia románica de Santa María, su torre del año 1137 y al otro lado se encuentra el centro del pueblo, en su plaza principal, se levanta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y se ha erigido un monumento al poeta León Felipe. Abajo, el Poema Esta Noche No Hubo Luna.

"Ahora camino de noche
porque las noches son
claras ... Y esta noche no
hubo luna, no hubo luna
amiga y blanca .. . y
había pocas estrellas,
pocas estrellas y
pálidas... Y era todo
triste sin la luna amiga...
y era todo negro sin la
luna blanca..."

El paisaje va cambiando y, lentamente, alternan otros cultivos que rompen la monotonía de los cereales. Las choperas, crean un bosque que, seguramente en los meses de julio, agosto y primeros días de septiembre, acoge a los peregrinos que pasan por estos pagos agradecidos por las sombras que prodigan. Sin detenerme paso por localidades como Bercianos de Valverde, Santa Croya de Tera, Calzadilla de Tera, Olleros de Tera, Villar de Farfón, Rionegro del Puente, unas más grandes y otras más pequeñas. Hay momentos de soledad muy especiales en que la vida nos da la oportunidad de descubrir la persona que llevamos dentro y entonces, uno está en condiciones de decir que sí, que ha merecido la pena hacer el Camino. Por campo abierto vamos siguiendo una senda, muy bien señalizada con tablillas de madera, siempre con la referencia de la N-525, a nuestra izquierda. Al bosque mediterráneo de días anteriores le han reemplazado especies más atlánticas como el roble. Con el paso de los kilómetros la senda termina por aproximarnos a la N-525 para entrar en Mombuey. Me detengo en el albergue, para intentar sellar la Credencial, es una casa de planta baja que resulta acogedora, pero no había nadie, aunque se encontraba abierto. En las proximidades del albergue se levanta la iglesia de la Asunción, la construcción de su torre se atribuye a los Caballeros Templarios, teniendo esta una finalidad militar, probablemente vigía. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931. La iglesia posee una parte techada, en caso de necesidad, hasta puede servir de cobijo a los peregrinos, función que seguramente cumplió cuando no existía el albergue. A continuación el sendero comienza a ascender, rodeados de un frondoso bosque, con varios cruces y paralelo a la N-525. Se pasa por localidades como Asturianos y Remesal. El estrecho sendero, donde en algunos tramos tengo que empujar la bicicleta me deja en una carretera secundaria, poco después entro en Palacios de Sanabria, a la altura del Santuario del Santo Cristo de la Piedad, donde aprovecho la plaza para descanasar y comer. Ya cuesta abajo, paso por varias aldeas, una de ellas es Otero de Sanabria, que alberga un impresionante Santuario de Nuestra Señora de Los Remedios, comenzó siendo una pequeña ermita en los siglo VII-VIII. Ya en el siglo X se alude a los peregrinos que por la región sanabresa, se encaminaban al sepulcro del apóstol Santiago de Compostela, y consta que en la villa de Prefacio había un “Albergue de peregrinos”. Camino de Puebla de Sanabria dejamos a nuestra diestra portentosos castaños que destacan en el entorno. Los llanos castellanos han dado paso a un relieve más irregular, de transición a la montaña, que ya nos recibirá mañana. Con poco esfuerzo más llego a Puebla de Sanabria, lo que debería de ser el final de la jornada, el pueblo se asienta a orillas de los ríos Tera y Castro. Destaca por su patrimonio monumental y paisajístico. Yo me dirijo a la parte alta, hacia el castillo del conde de Benavente, desde el cual hay un mirador que se divisa una panorámica de Puebla de Sanabria estupenda. Me acerco a la iglesia de Nuestra Señora del Azogue, hago las pertinentes fotografías de estos fantástico monumentos. Cuando termino, me dirijo al "Colegio de las Monjas del Amor de Dios", cuando llevo un rato tocando en la puerta, pasa un buen hombre y me dice que lleva varios años cerrado, que varias casas más arriba está la casa parroquial, que pregunte allí, así que me dirijo y al tocar en la puerta me abre un señor, con mala cara y negando con la cabeza a la petición de pasar la noche bajo techo parroquial. Seguidamente me cierra la puerta sin decir nada, así que me dirijo a la Oficina de Turismo, que se encuentra en una de las puertas del Castillo, allí me informan de un albergue privado o dirigirme a la localidad de Requejo, que dispone de Albergue Municipal. Es una pena, me apetecía pasar la noche en esa localidad y más concretamente en su casco histórico, había leído que de noche es preciosa e invita a pasear por sus calles y soñar con viejas historias. Desciendo, nostálgico, por una cualquiera de las calles de Puebla de Sanabria que desenvocó en un Puente Mediaval del Siglo XVIII, con una talla religiosa en una de sus caras.

Los primeros kilómetros los hago por carretera, ya que eran las 6:00 de la tarde y no quería entretenerme mucho. Luego cojo alguna señal que me lleva junto al río Castro, con un piso molesto de cantos rodados, para pedalear paralela al río, a mi derecha llevo en todo momento la N-525, en cuanto puedo, me incorporo a ella para no dejarla hasta llegar a Requejo, pasado la Ermita de la Virgen Morena de Guadalupe hay señales indicativas del Albergue Municipal, doy con él, me lo encuentro abierto aunque poco después recibo la visita de la hospitalera para sellarme la Credencial y recibir su honorario por dejarme disfrutar de los servicios del albergue y poder pasar la noche en él. Esta noche gasto todo los víveres que me quedan en las alforjas, lo cocino todo, macarrones, sopas, como me encuentro solo, me siento cómodo y no tengo que salir del albergue, decir, que no dispone de cocina aunque el salón donde se encuentran las camas literas, tiene una zona habilitada con meses y sillas. Las bicicletas se dejan en la entrada pero yo la meto dentro.

- Algunos datos de la jornada:
139 kilómetros de distancia.
7 horas y 49 minutos de pedaleo.
Albergue de Peregrinos Requejo 980 622 431